viernes, 26 de marzo de 2010

FRONTERA

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Para pasar la frontera de Bolivia a Perú hay que hace un trámite. Si tenés DNI en vez de pasaporte, el trámite incluye una fotocopia. Y si ese día los negocios están cerrados por la fiesta del San Boliviano Sagrado, hacés lo siguiente:
1.Pasás la frontera caminando.
2.Sonreís al guardia que ni siquiera gira la cabeza para verte.
3.Vas a un negocio peruano.
4.Sacás la fotocopia.
5.Volvés a Bolivia.
6.Ya no le sonreís al guardia.
7.Hacés el trámite.
8.Te preguntás qué necesidad había de hacer el trámite.
9.Entendés que, así como EEUU es muy puto para dejarte entrar, nosotros somos muy putos para dejar entrar a otros en comparación con peruanos/bolivianos.
10.Ya sabés donde refugiarte cuando te persiga la interpol.
11.Ahora sí, cruzás la frontera.
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Durante la primer cruzada de frontera para sacar fotocopias, te acompaña un bolivianito al que le vas a dar propina. Le preguntás si siempre el lago titi-kaka está tan sucio como ahora y no te contesta. Le preguntás si cada tanto se tiran a nadar por ahí o está demasiado contaminado y no te contesta. Te preguntás si las cholas sabrán nadar (nunca viste a una en malla) y no sabés contestarte.
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Mientras sacás fotocopias dudás si el chico no contestaba porque no sabía castellano o por ser demasiado tímido. Te gustaría creer lo segundo pero sentís más cierto lo primero. Vos en este momento también te sentís lento. Tardarías un rato largo en dividir 90 por 15. Es por la altura, falta de oxígeno. Te preguntás si vivir toda tu vida con menos oxígeno te haría más lento de lo que sos. Creés que esa puede ser una buena respuesta. De pronto, te sentís racista.
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Volvés a cruzar la frontera con el chico al lado. Hay varias cholas al costado del puente vendiendo fruta desconocida que parece podrida, pero quizás es así naturalmente. Te recordás a vos mismo que tenés que aprender a apreciar más la manzana. No es aburrida. Sos vos que te acostumbraste.
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Seguís caminando por el puente. Ya viste unas siete cholas. Son muy parecidas en cierto sentido básico. Como para un alien todos los humanos nos veremos parecidos. Aunque para nosotros no todos los perros son parecidos. Podemos distinguir las razas. ¿Un alien sabrá notar la diferencia entre un chino y un árabe? Supongo que habrá aliens y aliens. Algunos serán más perceptivos. Nosotros no sabemos distinguir bien los aliens. Al menos no como los muestran en las películas: flaquitos, desgarbados, sin pelos y con cabezas grandes. Si fueran así, no podríamos diferenciar a Krüül de Ghrº®ff. Aunque quizás sí. Sólo es cuestión de tomarse un tiempo e interesarse.
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Te preguntás si todas las cholas son culonas o si esconden mercadería ahí abajo. También si los bolivianos son objetivamente feos o ese es tu parecer. ¿Nosotros para ellos seremos lindos? ¿Si te quisieras levantar a una chola agarraría viaje?
De nuevo, te sentís racista.
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Ya con la fotocopia en mano, hacés la cola del trámite. En las paredes están colgados carteles que dicen Evo for ever y Evo de nuevo. Atrás tuyo hay una monjita peruana. Nunca habías visto a una monjita peruana. Le preguntás si es la primera vez que sale del país (quizás no las viste porque estaban escondidas) y te dice que no. Parece simpática. Le pedís hojear el pasaporte de puro chusma (nunca viste un pasaporte peruano) y ves los sellos de más de veinte países de América y Europa. Dice que va seguido a Alemania y que ahora viaja a Suiza a estudiar alemán. Decidís que basta de prejuicios. Las monjas peruanas pueden saber siete idiomas, las cholas ser hermosas a su manera y las frutas podridas quizás están ricas. Abrí tu mente.
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Ya con el trámite finiquitado (palabra fúnebre si las hay), volvés a juntarte con tus amigos cerca del micro. Te sorprende que entre los negocios que hay, se repitan tanto las ópticas y los lugares que invitan a hacerte pruebas de embarazo. ¿Estarán relacionados? ¿La gente tiene muchos hijos porque es corta de vista y se coje lo que venga? Le comentás a tu amiga rochi lo de la falta de oxígeno y la duda de si eso te hace más lento con el tiempo. Ella dice que otro dato a tener en cuenta es que los niños tienen poco contacto visual con las madres, que los cargan en la espalda. El cruce de miradas es vital para el entendimiento. Suena a cierto.
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Te fijás en los puestos de diarios y ves que sólo hay tres estilos de tapas: las deportivas, las de farándula y las de asesinatos. No son tan distintas a las nuestras. Pero les faltan las que están a favor y en contra del gobierno.
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Tu amigo Mati te cuenta que estuvo dando vueltas por la fiesta del San Boliviano que desconocemos. Está sorprendido por haberlos visto aspirando vapor de ollas con pétalos de flores y vendiendo abiertamente billetes falsos de todos los países. Nota mental: tener cuidado. Vos agregás que estuviste observando cholas y cholos, y notaste que hay algo que falta: tensión sexual.
Quizás la histeria exista, pero sólo de noche.
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El hombre del micro llama. Basta de Bolivia por un tiempo.

4 comentarios:

Belén dijo...

Qué buen viaje... De ahí podés robar muchas fotos y guiones.

Firulo dijo...

Lo hice. Al menos lo de las fotos. Harté a la gente del facebook. Los guiones pueden salir de cualquier parte... hay que estar atento nomás.

Anónimo dijo...

Firulo, soy Nina, me gustó mucho esta crónica.
Y me hizo un regalo de fábula: pasar el tiempo más rápido en la oficina. -Además de dejar a algún compañero preguntándose el porqué de la risa frente al monitor-.
Voy por las otras...

Firulo dijo...

nina nina nina... gracias por el comentario. me puso contento.