viernes, 26 de marzo de 2010

DORMIR EN EL BAÑO

.
¿Por qué los ingleses le dicen Restroom al baño?
¿Será que van ahí a descansar?
¿Uno abre la puerta de un baño público en Londres
y se encuentra a tres ingleses durmiendo la siesta?
Debe ser que tienen la costumbre de pasarse media hora cagando.
Yo prefiero leer libros en el colectivo.
En el baño, historietas (son más inmediatas).
No me siento cómodo leyendo al lado del papel higiénico.
Si termino lo mío a la mitad del capítulo,
me siento raro quedándome en el inodoro hasta el final.
Sin nada que hacer, más que leer.
Tampoco me gusta dejar los capítulos por la mitad.
Ni puedo leer relajado con los pantalones bajos.
Siempre siento que alguien está por entrar.
Y eso que vivo solo.
Tengo amigos que gustan de fumar después de tener sexo.
Casi tanto como les gusta fumar cagando.
Hay gente para todo.
Ellos que le digan Restroom nomás.
Yo prefiero seguir cagando en el baño,
y descansando en la cama.
O-so-fá.
.

FRONTERA

.
Para pasar la frontera de Bolivia a Perú hay que hace un trámite. Si tenés DNI en vez de pasaporte, el trámite incluye una fotocopia. Y si ese día los negocios están cerrados por la fiesta del San Boliviano Sagrado, hacés lo siguiente:
1.Pasás la frontera caminando.
2.Sonreís al guardia que ni siquiera gira la cabeza para verte.
3.Vas a un negocio peruano.
4.Sacás la fotocopia.
5.Volvés a Bolivia.
6.Ya no le sonreís al guardia.
7.Hacés el trámite.
8.Te preguntás qué necesidad había de hacer el trámite.
9.Entendés que, así como EEUU es muy puto para dejarte entrar, nosotros somos muy putos para dejar entrar a otros en comparación con peruanos/bolivianos.
10.Ya sabés donde refugiarte cuando te persiga la interpol.
11.Ahora sí, cruzás la frontera.
.
.
Durante la primer cruzada de frontera para sacar fotocopias, te acompaña un bolivianito al que le vas a dar propina. Le preguntás si siempre el lago titi-kaka está tan sucio como ahora y no te contesta. Le preguntás si cada tanto se tiran a nadar por ahí o está demasiado contaminado y no te contesta. Te preguntás si las cholas sabrán nadar (nunca viste a una en malla) y no sabés contestarte.
.
.
Mientras sacás fotocopias dudás si el chico no contestaba porque no sabía castellano o por ser demasiado tímido. Te gustaría creer lo segundo pero sentís más cierto lo primero. Vos en este momento también te sentís lento. Tardarías un rato largo en dividir 90 por 15. Es por la altura, falta de oxígeno. Te preguntás si vivir toda tu vida con menos oxígeno te haría más lento de lo que sos. Creés que esa puede ser una buena respuesta. De pronto, te sentís racista.
.
.
Volvés a cruzar la frontera con el chico al lado. Hay varias cholas al costado del puente vendiendo fruta desconocida que parece podrida, pero quizás es así naturalmente. Te recordás a vos mismo que tenés que aprender a apreciar más la manzana. No es aburrida. Sos vos que te acostumbraste.
.
.
Seguís caminando por el puente. Ya viste unas siete cholas. Son muy parecidas en cierto sentido básico. Como para un alien todos los humanos nos veremos parecidos. Aunque para nosotros no todos los perros son parecidos. Podemos distinguir las razas. ¿Un alien sabrá notar la diferencia entre un chino y un árabe? Supongo que habrá aliens y aliens. Algunos serán más perceptivos. Nosotros no sabemos distinguir bien los aliens. Al menos no como los muestran en las películas: flaquitos, desgarbados, sin pelos y con cabezas grandes. Si fueran así, no podríamos diferenciar a Krüül de Ghrº®ff. Aunque quizás sí. Sólo es cuestión de tomarse un tiempo e interesarse.
.
.
Te preguntás si todas las cholas son culonas o si esconden mercadería ahí abajo. También si los bolivianos son objetivamente feos o ese es tu parecer. ¿Nosotros para ellos seremos lindos? ¿Si te quisieras levantar a una chola agarraría viaje?
De nuevo, te sentís racista.
.
.
Ya con la fotocopia en mano, hacés la cola del trámite. En las paredes están colgados carteles que dicen Evo for ever y Evo de nuevo. Atrás tuyo hay una monjita peruana. Nunca habías visto a una monjita peruana. Le preguntás si es la primera vez que sale del país (quizás no las viste porque estaban escondidas) y te dice que no. Parece simpática. Le pedís hojear el pasaporte de puro chusma (nunca viste un pasaporte peruano) y ves los sellos de más de veinte países de América y Europa. Dice que va seguido a Alemania y que ahora viaja a Suiza a estudiar alemán. Decidís que basta de prejuicios. Las monjas peruanas pueden saber siete idiomas, las cholas ser hermosas a su manera y las frutas podridas quizás están ricas. Abrí tu mente.
.
.
Ya con el trámite finiquitado (palabra fúnebre si las hay), volvés a juntarte con tus amigos cerca del micro. Te sorprende que entre los negocios que hay, se repitan tanto las ópticas y los lugares que invitan a hacerte pruebas de embarazo. ¿Estarán relacionados? ¿La gente tiene muchos hijos porque es corta de vista y se coje lo que venga? Le comentás a tu amiga rochi lo de la falta de oxígeno y la duda de si eso te hace más lento con el tiempo. Ella dice que otro dato a tener en cuenta es que los niños tienen poco contacto visual con las madres, que los cargan en la espalda. El cruce de miradas es vital para el entendimiento. Suena a cierto.
.
.
Te fijás en los puestos de diarios y ves que sólo hay tres estilos de tapas: las deportivas, las de farándula y las de asesinatos. No son tan distintas a las nuestras. Pero les faltan las que están a favor y en contra del gobierno.
.
.
Tu amigo Mati te cuenta que estuvo dando vueltas por la fiesta del San Boliviano que desconocemos. Está sorprendido por haberlos visto aspirando vapor de ollas con pétalos de flores y vendiendo abiertamente billetes falsos de todos los países. Nota mental: tener cuidado. Vos agregás que estuviste observando cholas y cholos, y notaste que hay algo que falta: tensión sexual.
Quizás la histeria exista, pero sólo de noche.
.
.
El hombre del micro llama. Basta de Bolivia por un tiempo.

martes, 23 de marzo de 2010

SINCERICIDIO

.
Se dio vuelta de su lado de la cama -que antes solía ser MI lado de la cama- y me miró con una carita sospechosa. O se venía un planteo o había tenido una idea extraordinaria o yo había hecho algo sin saberlo o ella quería más de lo mismo.
-¿Nosotros qué somos?
Ok. Quiere que establezcamos noviazgo.
-No creo en los rótulos, pero si necesitás ponernos uno en la mesa tengo un rotring.
Error. Era al revés. The other way around. Mis aires de grandeza a veces pueden ser improductivos.
-Porque... yo estoy bien así. No quiero ponerme de novia.
-Bueno. Por mi está bien.
-O sea, la paso bien con vos. Pero no me imagino enamorada.
La abrazé tranquilo, suspirándole en los pelos castaños.
-A mi me pasa más o menos lo mismo. ¿Pero para qué aclararlo?
-No se, para estar tranquila. Me sentía incómoda sin decirlo.
-¿Pensaste que estaba súper enganchado o algo así?
Rompe el abrazo y me mira a los ojos.
-Sí... un poco.
-Y resulta que estamos en la misma. ¿Nos queremos masomenos?
Se ríe. Asiente con la cabeza.
-Es más que tenerse cariño y menos que quererse un tocazo.
-Un termino medio. No está mal.
-Nos queremos masomenos.
-Nos queremos masomenos.
Volvió a acurrucarse en mi omóplato como una refugiada haitiana.
.
-¿Y por qué freakieaste que yo estaba perdidamente enamorado? ¿Estuve dando señales equivocadas sin darme cuenta?
-Y.... si.
Me iergo (de erguir, ni idea como se escribe ni siquiera si existe) en la cama y apoyo la espalda desnuda contra la pared fría.
-¿Si? ¿Habrá sido mi inconciente? No es la primera vez que lo hace, hijo de puta. Pensé que lo tenía cortito. ¿Cuántas señales te di?
-Tres.
-Tres!
-Tres.
-La primera... dale, desembuchá.
-Volviste del viaje y me trajiste muchos regalos. Demasiados. Dije: upa! Cuántos regalitos. Je. ¿Qué significarán?
-Es que todo estaba tan barato en Bolivia. Y a vos la onda artesanía te pega perfecto.
-Bueno, no se. Una sombrero, una vincha y unas medias... pareció bastante.
-Si te traía gorro, bandera, vincha me hubieras tildado de fanático. ¿Segunda?
-La papa.
-¿La papa?
-Exacto.
.
HISTORIA DEL CORAZÓN DE PAPA
Merodeando en la verdulería en busca de tomates peritas, un vistazo al canasto de papas me permitió ver una papa mutante con forma de corazón. Insólito. La agarré inmediatamente y se la di al verdulero.
-LLevo esta.
-¿Cuánto quiere de papa? ¿Un kilo? ¿Medio?
-No, esta papa por favor. Envuélvamela para regalo.
Ese mismo día -una semana despues del gorro, media, vincha- me puse de rodillas y le regalé mi corazón de papa. Fue un momento heróico. Por supuesto en clave cómica. Pero ella volvió a su casa llena de preguntas. Tuvo corte marcial con sus amigas.
-Me regaló un corazón de papa, ¿qué significa?
-Uh! ¿Un corazón de papa? El pibe está a full!
-¿Vos decís?
-Te regalo un corazón de papa boluda! Un corazón de papa! Está enamoradísimo.
-Ay, no se. Pero fue todo medio gracioso.
-Tenés un novio creciéndote ahí. Vas a tener que hablar con él.
Días después le pregunté dónde había guardado el corazón de papa y me dijo que se lo había comido a la crema. No supe si ofenderme o no. Yo lo hubiera guardado en una repisa para llenarlo con alfileres el día que se terminara la relación.
-¿Te lo comiste?
-Sí, tenía hambre. Era una papa.
-Ahora mi corazón de papa está adentro tuyo. Siempre lo guardarás en tu interior.
-No creo. Ya fui al baño.
.
Ya que estabamos en el confesionario revivimos el primer beso. Admitimos que aquella vez que la acompañé a la casa ya estaba todo dicho. Había luna llena y ella había apoyado la bicicleta en la pared. Pero preferí dejarlo para después. Volver a casa con la seguridad de que pudo haber sido. Algunos dicen que el que espera hasta la puerta de la casa para intentar el beso es cagón. Guardar el ataque para camuflarlo como beso de despedida es tirar manotazo de ahogado. Por eso la llamé en la semana para invitarla al cine y luego llevarla a mi terraza, el lugar donde más millonario me siento. Esa terraza es tan buena que con mi hermana la bautizamos Acapulco (desde ahí se puede leer el cartel de la galería de cabildo que lleva el mismo nombre)
.
-¿Y la tercera?
-En el cumple sorpresa de recién.
Ella me había invitado esa misma noche al cumple de una amiga. Fuimos a la cocina y le gritamos sorpresa! Quise pasar el último porque no conocía a nadie y no quería que la cumpleañera viera mi cara primero y la sorpresa fuera que se preguntara quién carajo soy. Pero un chico quiso hacer lo mismo. Le pregunté y él también era novio. No conocíamos a nadie. Ahí mismo pegamos onda. Al rato llegó otra pareja y vi que la chica miraba desconcertada alrededor.
-¿Vos conocés a alguien de acá? -le pregunté.
-No, soy la novia de él.
-Ah, bueno, con aquel ya pegamos onda. Somos los novios. Sumate al club.
Ahí mismo ella escuchó la palabra novios y abrió los ojos bien grandes. Miró al costado y su amiga también la estaba mirando: había escuchado. Intercambiaron una de esas miradas de amigas que lo dicen todo sin decir nada, mientras negaban lentamente con la cabeza. Así fue que esa misma noche llegamos a una conclusión:
-Nos queremos masomenos.
.
Entonces, de a poco, nació el desencanto. Sin misterio se pierde el deseo. Hay menos curiosidad, nos fuimos quedando quietos.
-No da confesar, hay que callarse la boca siempre. Con mis amigas lo sabemos hace rato, desde el secundario -explica mi hermana-. Si hablás perdiste. El sincericidio es peligrosísimo.
.
Ayer nos abrazamos en la terraza admitiéndonos la realidad. Así las cosas. Bajamos a casa, pusimos música y bailamos un poco. Le dije de poner canciones que sepamos la letra entera y cantarlas. Ella puso una de Café tacuba rápida y furiosa. Yo me puse simbólico con los Doors.
-This... is... the.. eeeeeennnddd -le canté al oído al final. Y puse stop.
La acompañé abajo. Dejó la bici apoyada y vino a abrazarme.
-Yo te quiero eh.
-Más o menos.
-Más o menos.
Se fue yendo. La llamé para que diera vuelta la cabeza:
-No me gustan las despedidas, pero esta es la mejor que tuve.
Sonrío y se subió a la bici. Ahí va la primer relación que tuve capaz de resistir una vacación. Otras fueron más serias y duraron más tiempo, pero todas terminaron en el verano. Ella no. No se qué significará.
Va a ser la primera ex de la que termine siendo amigo. Te lo firmo.
.

domingo, 21 de marzo de 2010

MI NUEVA MASAJISTA

-Yo ya no vivo en el edificio, no te diste cuenta?
-Mirá vos. Todas esas veces deseando encontrarte en el ascensor... resulta que estaba pidiendo un imposible. Y yo que pensaba que Dios se había enojado conmigo. Tengo que hacer las paces con él.
-Así parece. Ya le alquilé el departamento a ella.
-Hola ella.
-Hello.
-Ella es Carol, es una masajista canadiense.
-Yes! yes yes yes yes.
-Yes what?
-Nada, festejaba nomás. Tengo la sensación de que masajista es una de esas profesiones que te ayudan a tener más sexo. Como los magos, que con un buen truco hecho en privado seguramente arrastran. Es así?
-Why?
-Y... primero que nada ser masajista suma. Después puede ser un puente bastante sutil y directo. Si sos masajista podés proponer de hacer un masaje sin que se piense cualquier cosa. Ya accedés al tacto, y si sos bueno en lo que hacés... pan comido. Nunca lo hiciste?
-Not yet.
-1 c. Vivo en el 1 c. Avisame un día y practicamos.
-Bueno bueno, parece que deseás a cualquiera en el ascensor.
-Solo a vos, te juro. Fuera del ascensor ya empiezo a desear a otras.
-No me espantes a la inquilina, te pido por favor, que recién se mudó.
-Tranquila, está todo bien. Hello!
-Hello.
-Viste? Todo bien.
-...
-Una vez tuve una cita con una masajista. Vino a mi casa y me propuso hacerme un masaje. La dejé, claro. Fue el mejor masaje que me dieron en mi vida.
-...
-El problema es que en un momento, cuando llegó al torso, sentí que el masaje podía tener cierta naturaleza sexual. Si me levantaba y hacía una movida, podía besarla y Dios sabe qué más. Pero me era imposible moverme. No quería salir de ese estado por nada en la vida. Un buen masaje es mejor que el sexo. Yo no lo sabía. Ese fue el error de la chica, se pasó de buena. Fijate que no te pase lo mismo.
-...
-Be careful so it doesn´t happen to you.
-What?
-Doesn´t happen to you! The same thing, you understand?
-What thing?
-No importa. En qué piso estabas?
-Vamos carol.
-Ok.
-Era para saber nomás. Tener la posibilidad de llamar por teléfono y que baje tu masajista por el ascensor es una ventaja increíble. Me sentiría millonario.
-...
-Pero te lo pagaría! No sería sexual. Me hago una paja antes para que te quedes más tranquila. Qué piso era?
-...
-Ok bye! Nos vemos en el ascensor!

lunes, 8 de marzo de 2010

SAQSAYWAMAN

Pensé en Aquaman. No era de mis superhéroes favoritos -fuera del agua no valía dos mangos-, pero pensé en él. Es que sonaba parecido: Saqsaywaman. Así se llamaba la excursión que estabamos por hacer mientras esperabamos el veredicto sobre Machu Pichu. ¿Qué se puede esperar de una excursión-sala de espera? Aunque en una de esas Saqsaywaman era mejor de lo que me imaginaba. Un superhéroe inca, o algo por el estilo.

Si Saqsaywaman era superhéroe, tenía el poder de la ingenuidad. Eso concluimos luego de que Guido, el guía/el guía Guido contara que los españoles pasaron tres años haciéndose amigos de los incas hasta descubrir dónde guardaban el oro. Después armaron la grande. En este mismo campo verde, donde todavía queda la muralla de los confianzudos. Saqsaywaman. Así se llama el campo de batalla donde incas y españoles murieron por turnos.
-Significa halcón satisfecho -explica Guido el guía/el guía Guido -. Esos pájaros carroñeros se hicieron un festín con los cadaveres. Y con algunos que seguían vivos también -se ríe.
Yo también me río. Un poco porque me contagia, y otro poco porque al principio me imaginé a un inca con un traje de superhéroe blanco y amarillo y el dibujo de un halcón en la panza, y la cosa era más o menos al revés.

-Michi michi -señala Guido a una orquídea-. ¿Saben qué significa? Gato gato. Lo llaman así porque la flor parece un gato.
Por más que la miro desde distintos ángulos no lo veo. Michi michi, gato gato. Estos peruanos hacen lo que se les canta. Como decir que Cuzco desde arriba tiene forma de Puma. Lo marcan en los mapas con una línea roja para convencernos y ponen al costado el dibujito del animal. Pero hay que tener más imaginación que un niño para verlo. En un buen día puedo cederles que la ciudad parezca vagamente un animal de cuatro patas dibujado por un ciego con la zurda. Y esa imagen abstracta bien podría ser un perro, coyote o tigre de bengala. Debe ser que el puma es mejor animal de lo que pensaba.

-¿Cuánto sale el metro cuadrado en este zona? -pregunta Rochi.
-Algo así como cien dólares -arriesga Guido.
-Ah -dice ella súper interesada.
-¿Estás pensando en comprar? -pregunto yo.
-No, quería saber nomás.
En ese momento no imaginé que esa iba a ser la pregunta recurrente de Rochi en el viaje. Averiguará los precios del metro cuadrado de cada lugar al que vayamos como si trabajara en una inmobiliaria. Ese es el tipo de preguntas que definen al personaje de una película. Si incluyera a Rochi en uno de mis guiones, sería en el papel de la chica que pregunta precios de tierras que jamás va a comprar.

Después de tirarnos por un tobogán de piedra, Guido cuenta que existieron doce emperadores inca.
-Al 13 se lo conoce como el fantoche, porque ayudó a los españoles.
No sabía que mi querido alfajor había sido tan imperialista. resulta que cada emperador -narcicistas, todos- intentaba superar al anterior construyendo un mejor templo y palacio. Trasladaban piedras inmensas con el método arcilla-mojada-piedra-deslizante o el famoso piedra-grande-sobre-piedritas-chiquitas-rodantes.
Tardaron 77 años en hacer la muralla que estamos viendo.
-Y no había esclavos, ellos lo hacían contentos.
Debe ser muy fuerte una cultura para darse el lujo de tener esclavos sin necesidad de comprarse unos látigos.

Nuevo dato de interés: los incas tenían instituciones donde se cultibaban vírgenes. Lo opuesto a los conventos católicos, dónde surgen las más putitas. Estas vírgenes -de entre doce y dieciocho años- se llamaban vírgenes del sol y su objetivo final era ser sacrificadas cuando alguna catástrofe lo pidiera. Como si no fuera suficiente sacrificio ser vírgenes. Así, los incas calmaban a los dioses.
-Para ellas era un gran honor -explica Guido, que ya defendió el esclavismo hace un rato y empieza a parecer sospechoso. Me pregunto cómo tratará a su mujer en la casa. No parece un tipo que ayude a lavar los platos.
-Les hacían un tajo en la panza, sacaban todos sus organos y luego metían sus rodillas ahí dentro para enterrarlas en posición fetal.
Yo pensaba que no era una mala idea irnos como vinimos, pero el remate solía ser: por la concha. La idea era morir cojiendo, no morir con las rodillas en la tetas y sin haber tenido sexo en toda la vida.

Guido nos despide confesando que Machu Pichu era una zona de elite para nobles y religiosos. Lo dice como si supiera. Con razón no pudimos ir.

jueves, 4 de marzo de 2010

MAL PÁLPITO

.
Yo pensé que venía de ahí.
No todo tiene que venir del latín.
Pero fui, miré, busqué y volví.
No encontré ni una chola cholula.
Ni una.
.

miércoles, 3 de marzo de 2010

CUZCO AL SOL

Despertar en Cuzco y mirar por la ventana me hizo acordar a mi primer semana en Ibiza. Otra ciudad con casitas de estilo colonial, estrechas calles empedradas que desembocan en pequeñas plazas de piedra y un aire de pueblo que debería tener por bandera el dibujo de unas sandalias. Nunca fui un hombre de sandalias. Es cierto, en realidad llevo menos de dos años graduado de hombre. Pero por ahora soy hombre de zapatillas. Jamás seré hombre de zapatos. ¿De sandalias? No sé. Dénme tiempo.

La plaza central no tiene nada que envidiarle a las plazas de Praga o Viena. Quizás la iluminación nocturna o las mujeres. No mucho más que eso. No creo en Dios, pero hay que admitir que uno de los beneficios de creer en él es el esfuerzo arquitectónico que dedican los hombres para hacerlo sentir como en su casa. Las iglesias, siempre, son las mejores construcciones de las ciudades. Ni las casas de gobierno alcanzan ese nivel de belleza. ¿Tendremos tan poca fe en los gobiernos? Parece que es más fácil creer en un ser superior e invisible, que en el hombre, con todas sus defectos a la vista.

Al igual que en el norte argentino, la fauna de las plazas centrales presenta un extraño especímen: la falsa hippie. Turistas que llegan a un lugar y toman como moda lo que es cultura. ¿Qué pensarán al respecto ciertas amigas de Rochi? Rochi usa vinchas y hasta polleras hindúes, pero es capaz de comprarse unas nike. Algunas de sus amigas, jamás. Son fundamentalistas del hippismo como otros lo son del mate amargo. O quizás también ellas, parecen dos grupos extremistas que podrían convivir. Si estos dos grupos fundamentalistas se unieran en uno y anduvieran juntos andando por Cuzco, quién sabe lo que serían capaces de hacer al cruzarse con estos grupos de falsas hippies. ¿Despedazarlas?
Me gustaría estar ahí para sacar fotos.

Yo respeto esa posición. Aunque me guste la remera del Che, no voy a comprarla. Soy simpatizante, no fanático. De chico me encantaban los dibujos de Iron Maiden, sin embargo cuando me regalaron una remera no me animé a ponérmela porque no sabía las canciones. Y acá en Cuzco me resisto a comprarme pulóveres de lana y zapatos a lo Pedro de Heidi. No se si soy tan buen tipo. Los que usan esa ropa son mejores que nosotros, como los vegetarianos. Y yo no quiero ser hipócrita. Estoy intentando mejorar, pero todavía me falta. Es que toda mi generación es individualista.

Ya adentrándome en la ciudad, mi manía de sacar fotos me hace sentir más turista de lo que quisiera. Es que todo es tan llamativo... arriba de una puerta carcomida puede haber carteles oxidados que digan abogado, contador o, paradójicamente, tratamiento de belleza (se especializan en personas, no en puertas). Fíjense si no me creen: http://es-es.facebook.com/album.php?id=677046971&aid=188506
¿Será que acá la gente no se deja llevar por las apariencias? ¿O todavia no llegó la ola del marketing a la ciudad?
Como le dirian a Mafalda: no es tercermundista, es pintorezco.

Otra cosa que llama la atención son las vidrieras. Los maniquíes en Perú son muy expresivos. Tienen más vida que mucha gente que conozco. Vi un maniquí snob, otro recién llegado de irak, un boy scout, niños caprichosos, un emo y otro que tenía un diente de oro en su dentadura y se reía más de lo que yo me habia reído en toda mi vida. Moriría porque me cuente el chiste. Otro pantallazo:
http://es-es.facebook.com/album.php?id=677046971&aid=189486
Sus personalidades eran mas interesantes que la mayoría de mis amigos. Son como estrellas inmóviles. Pienso que si tuviera que optar por una sola pose para brillar por siempre, eligiría salir pícaro.

De vuelta al centro tomamos un taxi.
-¿Le puedo hacer una pregunta? -le dice mati al conductor.
-Hágala nomás, pues.
-¿Como hacen para que los autos no estén todos abollados?
El hombre del volante sonríe. Hete aquí la contradicción: los conductores de este país son a la vez los peores y los mejores del mundo. Manejan mal, no respetan las señales de tránsito, se mandan sin preguntar y son capaces de arriesgarse a las maniobras más ridículas. Pero no chocan. En este caos, siempre llegan a frenar.
Es más de lo que mati puede decir de sí mismo. Y él es uno de los mejores conductores que conozco.