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Que prefiere no tratar niños. 
Mejor tratar padres.
Y ellos mejorarán a los niños. 
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Que tiene más de treinta pacientes. 
Y la mayoría van por problemas económicos.
Por angustias laborales o violencia familiar. 
Pero no por amor. 
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Que pocos son los que se preocupan por amor. 
Aunque en realidad sí, pero no se dan cuenta. 
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Después del tratamiento se enteran: 
En el fondo quieren pensar en alguien. 
Para que alguien piense en ellos. 
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Que tuvo una paciente de ochenta y cinco años. 
Primera vez que iba al psicólogo, la vieja. 
Y fue, por supuesto, porque estaba enamorada.
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La abuela se enamoró del consuegro.
O sea, el padre del marido de su hija.  
(a mi también me costó entender consuegro)
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Tuvieron un tórrido romance.
¿Intercambiaban besitos y abrazos?
Sí, claro. Después cogían. 
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Epa!, le dije a la psicóloga. 
Ella no quiso contarme los detalles. 
Yo tampoco se los pedí. 
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Pero si ellos pudieron enamorarse a los ochenta,
entonces después de los setenta se puede más
que ver el noticiario, tomar la sopa y jugar a la canasta.
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Yo quiero enamorarme de una vieja. 
Para ir al psicólogo nervioso y con amor.
Pero todavía no. 
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Antes quiero ser joven. 
Y sufrir por amor,
sin guardaespaldas.
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5 comentarios:
Primera cita con una psicologa?
te falta un largo update, amigo.
genial este posteo!!!!
quien no quiere ir al psiclogo solo por problemas de enamoramiento... mas a los 80!!!
saludos...
una genialidad. nos vemos después de terapia!
Si me falta un largo update es tu culpa y deberias solucionarlo con un mail tan largo como el update que me falta ya mismo.
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