martes, 1 de enero de 2013

NADIE PERTENECE AQUÍ MÁS QUE TU

Esa sería la traducción a "No one belongs here more than you", el excelente libro de cuentos de la gran Miranda July, autora de "Yo, tú y todos los demás" y "El futuro", dos películas muy recomendables. Acá un link donde publicitó de manera muy original su libro: http://noonebelongsheremorethanyou.com/00025

Yo lo encontré en una reciente visita fatídica para ver a mi hermano y sus nuevos niños en Miami. Haberlo comprado es una de las cosas rescatables del viaje. Sólo ella es capaz de unir palabras tan dispersas como "ternura" y "perversión" con total naturalidad en cada uno de sus cuentos. La soledad es tal vez lo que más recorre las historias. Me gustaría traducir cada uno de ellos pero lamentablemente no tengo ganas. Sí les traduzco algunas frases, como siempre, especialmente para ustedes, quienes quieran que sean.

1.
Vicente tiene una esposa llamada Elena. Es griega y rubia. Teñida. Iba a ser amable y no mencionar que es teñida, pero realmente no creo que le importe que sepan. De hecho, creo que a ella le copa el look teñida, con las raíces negras. ¿Qué pasaría si fueramos amigas cercanas? Si le pidiera prestada ropa y ella dijera, "eso te queda mejor a vos, deberías quedártelo". ¿Qué pasaría si ella me llamara llorando y yo tuviera que ir a su casa y calmarla en la cocina, y Vicente tratara de entrar a la cocina y nosotros le dijésemos "¡Afuera, esto es charla de chicas!". Elena y yo nunca seríamos amigas cercanas porque yo soy la mitad de alta que ella. La gente tiende a relacionarse con los de su propio tamaño porque es más fácil para el cuello. A menos que estén involucrados románticamente, en cuyo caso la diferencia de tamaño es sexy. Significa: estoy dispuesto a recorrer la distancia por vos.

2.
Los Nuevos Hombres están aún más en contacto con sus sentimientos que las mujeres, los Nuevos Hombres lloran. Los Nuevos Hombres quieren tener hijos, quieren parir, así que a veces cuando lloran es porque no pueden hacerlo. Los Nuevos Hombres dan y dan y dan. Vicente es director de arte, y eso es muy Nuevo Hombre.

3.
No sabía mucho de epilepsia, pero me imaginaba más sacudones. Le moví el pelo de la cara. Puse mi mano debajo de su nariz y sentí los gentiles respiros. Apoyé mis labios en su oreja y le susurré: "no es tu culpa". Quizás esto era lo único que quisiera decirle a alguien, y que me lo digan.

4.
Cuando una ballena muere, cae al fondo del océano bien despacio en el transcurso de un día. Todos los otros peces la ven caer como una estatua inmensa, como un edificio, lentamente.

5.
Si hubiera un mapa del sistema solar, pero en lugar de estrellas mostrara a personas y sus grados de separación, mi estrella sería la que tendrías que tardar más años luz para llegar a la de él. Morirías tratando de llegar a él. Sólo podrías esperar que los nietos de tus nietos lleguen a él. Sus hijos serían todos hermosos y de la realeza y mis hijas mujeres de mediana edad trabajando para organizaciones sin fines de lucro. Venimos de largas dinastías de gente destinadas a no conocerse.

6.
Ese día cargué mi sueño a todos lados como un vaso lleno de agua, moviéndome despacio para no perder nada de él.

7.
¿Creés que posiblemente nunca más cojas en la vida? Cuando me dijiste que Carl te dejó, eso es lo primero que me vino a la mente: ella nunca más va a coger.

8.
El año pasado un chico me preguntó qué me hacía a mí la experta, y fui honesta con él. Le dije que tenía más miedo a los terremotos que nadie. Tenés que ser honesto con los niños. Le describí mi pesadilla recurrente de estar asfixiada entre escombros. él puso una mano en mi hombro y me dio una hoja de árbol que casi tenía la forma de un tiburón. Me dijo que era la mejor; me mostró otras de su colección, todas menos tiburonescas. La llevé a casa en mi cartera; la puse en la mesa de la cocina; la miré y me fui a dormir. Y después, a la mitad de la noche, me levanté y la tiré a la basura. Simplemente no tengo lugar en mi vida para una cosa así.

9.
Cuando mi hermana estaba en el college solía llevar a casa a chicos así. Me llamaba a la mañana siguiente:
-Podía verla en sus pantalones, estaba medio dura, pero ya se podía ver que era grande.
-Por favor detente ahora.
-Se la ató con una soga pequeña o algo así y me dijo que me tocara. ¿Alguna vez te dijeron eso? Tocate. Y cuando estaba toda húmeda el pendejo acabó en mi cara antes de metérmela. ¿Podés creerlo? Supongo que nunca antes había visto una conchita blanca.
Y entonces mi hermana hacía una pausa para escuchar el sonido de mi respiración en el teléfono. Ella podía esuchar que había acabado. Así que me decía adiós y yo le decía adiós y cortábamos. Siempre fue así entre nosotras. Siempre cuidó de mí de esta manera. Si pudiera matarla en silencio sin que nadie se enterara, lo haría.

10.
En la pesadilla recurrente todo ya se colapsó y yo estoy debajo. Gateando por días debajo de los escombros. Y mientras me arrastro me doy cuenta de que este fue el Gran Terremoto. El que movió al mundo y todo fue destruido. Pero esta no es la parte que da miedo. Esa parte siempre viene justo antes de despertar. Estoy arrastrándome, y de repente me acuerdo: el terremoto pasó hace años. Este dolor, esta muerte, es normal. Así es la vida. De hecho, me doy cuenta, nunca hubo un terremoto. La vida es simplemente así, rota, y estoy loca por esperar otra cosa.

11.
Este es el problema de mi vida, me apuro en todo, como si me persiguieran. Aún en las cosas cuyo objetivo es ser lentas, como tomarse un té relajante. Cuando tomo un té relajante, lo bebo como si fuera una competencia de quién puede tomar té relajante más rápido. O estoy en un jacuzzi con otra gente y estamos mirando a las estrellas, soy la primera en decir "esto es hermoso". Cuanto antes decís "esto es hermoso" más rápido podés decir "wow, me estoy sobrecalentando, voy a salir".

12.
Odiaba mi trabajo pero me gustaba que podía hacerlo. Solía pensar que era fragil pero no lo era. Era como de repente ser buena en deportes. Contaba largas historias que iban alrededor de mi concha mojada. Abría cada parte de mi cuerpo, les decía a los cientes que los extrañaba y estos clientes se hacían regulares y los regulares se convertían en acosadores.

13.
Theresa Lodeski era muy muy linda, pero tenía una gemela, Pauline, que era infinitamente más linda que ella. Si pusiéras las caras una al lado de la otra y buscaras las diferencias, parte por parte, no podrías encontrarlas. Pero todos sabían. La única razón para ver a Theresa era para chequear si era Pauline. Cuando no lo era, mirabas a otro lado. Cuando era, mirabas un rato más.

14.
Aprendimos a ser discretos. Ayudaba e hecho de que a nadie realmente le importaba nadie más que ellos mismos de todos modos. Se fijan para asegurarse que no estás matando a nadie, nadie que ellos conozcan, y vuelven a a lo que estaban diciendo sobre que piensan que pueden estar teniendo un breakthrough en su relación consigo mismos.

15.
Sentía hambre, la expresión corporal de la esperanza.

16.
Un buen contador haría contaduría en vez de contratar a otro contador un poco más barato y quedarse con la diferencia. Los contadores hacen esto todo el tiempo, y también los restaurantes hindúes. ¿Vegetales al wok? Buena elección. El mozo le da la orden al cocinero, el cocinero al delivery, el delivery corre una cuadra y pide vegetales al wok en el otro restaurante indio, el sucio, sólo delivery. Por eso es que los restaurantes caros tardan en traerte la comida. ¿Por qué alguien haría esto? Tomarse todo el trabajo de fingir ser un contador cuando es tanto más fácil no serlo. Creo que le dijo que era contador en su primera cita.

17.
Volví al trabajo al otro día por curiosidad, como la gente que regresa a sus pueblos después de la guerra para ver lo que quedó. La abrochadora estaba ahí, y estaba mi silla y mi escritorio, y él y su escritorio. Pero todo lo demás había desaparecido. Todas las cosas invisibles no estaban, y en su lugar sólo había un mal contador y su secretaria. Pensé en renunciar ahí mismo. Y en cortarme el pelo, y cortar su pelo, y mezclarlos y prenderlos fuego y después renunciar.

18.
En el octavo día del resto de mi vida me empecé a preguntar si esto realmente era el resto de mi vida o simplemente una continuación de la anterior.

19.
La gente pobre que gana la lotería no se transforma en rica. Se transforma en gente pobre que ganó la lotería.

20.
Todos los días se pedían disculpas sin palabras por no amarse como lo habían planeado.

2 comentarios:

Malena dijo...

nunca pude postear sin saber que había un alguien del otro lado. Me encanta releer frases de libros en cualquier lugar. Gracias por traducir para nosotros quienes quiera que seamos.

Firulo dijo...

Gracias a vos Male, por recordarme que hay alguien del otro lado. Así dan más ganas de postear.