Eric subió las escaleras con las manos sudorosas aferradas a las llaves. Siempre tenía las manos sudorosas. A todos les daba asco estrecharle las manos, aunque nunca lo decían. Igualmente no eran muchos los que estrechaban sus manos húmedas, ya que Eric casi no tenía amigos. A excepción de Raúl.
Por eso se aferraba a las llaves como si fuera lo más importante de todo. Eran las llaves de Raúl.
Eric era muy responsable. También torpe, estúpido, pesado y feo. Especialmente feo. La gente le miraba los zapatos cuando le hablaban, para no tener que enfrentarse a su acné.
Menos Raúl, su amigo.
Eric agarró las llaves y abrió la puerta de la casa de Raúl. "Lavar los platos, acomodar la ropa tirada y llevarle el cd", repasó mentalmente. A él le encantaba hacerle favores a Raúl.
Después de la limpieza se puso a buscar el cd y no lo encontró por ninguna parte. Lo que sí encontró fue un anotador privado y, de curioso, lo abrió para bucear en la intimidad de su amigo.
En la primer página del anotador estaba escrito: “Lista de la estupidez humana". Y abajo aclaraba en letras rojas: "por Eric Glitzber”.
En la segunda página comenzaba una enumeración detallada de, hasta el momento, 148 torpezas que Eric había hecho en presencia de Raúl.
La número 3 decía: “Problemas para pronunciar la palabra murciélago”.
La número 51 decía: “Le habla a la pantalla del cine”.
La número 52 decía: "Tiene miedo de que muera James Bond en las secuencias de acción de sus películas".
La número 87 decía: "Lleva en su agenda un registro de las estrellas contadas. Quiere contarlas todas y dice que no logra hacerlo en una sola noche".
La número 102 decía: "Se creyó cuando le dije que la espuma del mar son escupitajos de los peces".
La número 113 decía: “Estornuda como niña y cuando termina dice por favor, permiso, perdón y gracias. Todo seguido”.
Eric se levantó decidido por primera vez en su vida. Agarró la cajita de fósforos que había en el primer cajón de la cocina, sacó toda la ropa del ropero y la puso en el medio el departamento. Luego prendió el anotador y cuando las llamas estaban bien grandes lo puso en medio de la bola de ropa.
Encendió las llaves de gas, cerró la puerta con llave y se acomodó en el sillón del living a ver la fogata creciendo.
Sentado, cerró los ojos y se puso a silbar.
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8 comentarios:
Firulo, este cuento merece un desarrollo.
uy qué fuerte, firulo.
tenés un don para crear contextos de cuentos, parece como que estuvieran ahí desde antes, se entiende lo que digo?
Pasa que el cuento surgió de un ejericio en el que te decían tres objetos (en este caso llaves, fosforos y anotador) y tenías que escribir una historia en cinco minutos. Nunca pensé desarrollarlo...
Libretiña, no estoy seguro si entendí lo que decís, pero sonó bien... gracias!
Muy bueno...sobre todo para historia de cinco minutos surgido de esas tres palabras...
me dio mucha gracia: “Estornuda como niña y cuando termina dice por favor, permiso, perdón y gracias. Todo seguido”.
Para variar...me encanta leer por estos lados..
está claro: no hay que usmear ni hacer favores.
Muy bueno.
Lo que sí... la espuma de mar es escupitajo de pez, de eso no tengo dudas.
cuatro cosas.
la primera, me gusta esto. (creo que eso se me pegó del caralibro que ahora te tira para poner cuando algo te gusta no te gusta o te deja de gustar).
la segunda, siempre entro a este blog cuando tengo ganas de reirme porque leo cosas memorables que quedan en mi memoria y me sigo riendo cada vez que las recuerdo como en un cuento que acusaste de lesbiana a una jirafa, en este caso hoy me estallé leyendo la traducción de los rolling, excelente.
la tercera, (jodete estoy re comunicativa hoy) a que hora hay que caer en matienzo para conseguir entrar a ojo de pezzzz porque el miercoles seguro voy.
la cuarta, un día nos juntamos? dale me dí cuenta después de las largas vacaciones que tengo ganas de escuchar las particulares maneras de hablar de cierta gente, la tuya es una.
ahora sí, me despido y no pido disculpas por la longitud de mi mensaje.
atte.
capitan america?
Hola Iv, es raro responderte por acá con tanta gente mirando y yo tan desnudo...
Primero gracias y gracias.
segundo, a eso de las nueve y media como límite ya andarás bien, más tarde no se..
La cuarta sale y vale. Mañana nos vemos y arreglamos.
beso
F.
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