martes, 23 de marzo de 2010

SINCERICIDIO

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Se dio vuelta de su lado de la cama -que antes solía ser MI lado de la cama- y me miró con una carita sospechosa. O se venía un planteo o había tenido una idea extraordinaria o yo había hecho algo sin saberlo o ella quería más de lo mismo.
-¿Nosotros qué somos?
Ok. Quiere que establezcamos noviazgo.
-No creo en los rótulos, pero si necesitás ponernos uno en la mesa tengo un rotring.
Error. Era al revés. The other way around. Mis aires de grandeza a veces pueden ser improductivos.
-Porque... yo estoy bien así. No quiero ponerme de novia.
-Bueno. Por mi está bien.
-O sea, la paso bien con vos. Pero no me imagino enamorada.
La abrazé tranquilo, suspirándole en los pelos castaños.
-A mi me pasa más o menos lo mismo. ¿Pero para qué aclararlo?
-No se, para estar tranquila. Me sentía incómoda sin decirlo.
-¿Pensaste que estaba súper enganchado o algo así?
Rompe el abrazo y me mira a los ojos.
-Sí... un poco.
-Y resulta que estamos en la misma. ¿Nos queremos masomenos?
Se ríe. Asiente con la cabeza.
-Es más que tenerse cariño y menos que quererse un tocazo.
-Un termino medio. No está mal.
-Nos queremos masomenos.
-Nos queremos masomenos.
Volvió a acurrucarse en mi omóplato como una refugiada haitiana.
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-¿Y por qué freakieaste que yo estaba perdidamente enamorado? ¿Estuve dando señales equivocadas sin darme cuenta?
-Y.... si.
Me iergo (de erguir, ni idea como se escribe ni siquiera si existe) en la cama y apoyo la espalda desnuda contra la pared fría.
-¿Si? ¿Habrá sido mi inconciente? No es la primera vez que lo hace, hijo de puta. Pensé que lo tenía cortito. ¿Cuántas señales te di?
-Tres.
-Tres!
-Tres.
-La primera... dale, desembuchá.
-Volviste del viaje y me trajiste muchos regalos. Demasiados. Dije: upa! Cuántos regalitos. Je. ¿Qué significarán?
-Es que todo estaba tan barato en Bolivia. Y a vos la onda artesanía te pega perfecto.
-Bueno, no se. Una sombrero, una vincha y unas medias... pareció bastante.
-Si te traía gorro, bandera, vincha me hubieras tildado de fanático. ¿Segunda?
-La papa.
-¿La papa?
-Exacto.
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HISTORIA DEL CORAZÓN DE PAPA
Merodeando en la verdulería en busca de tomates peritas, un vistazo al canasto de papas me permitió ver una papa mutante con forma de corazón. Insólito. La agarré inmediatamente y se la di al verdulero.
-LLevo esta.
-¿Cuánto quiere de papa? ¿Un kilo? ¿Medio?
-No, esta papa por favor. Envuélvamela para regalo.
Ese mismo día -una semana despues del gorro, media, vincha- me puse de rodillas y le regalé mi corazón de papa. Fue un momento heróico. Por supuesto en clave cómica. Pero ella volvió a su casa llena de preguntas. Tuvo corte marcial con sus amigas.
-Me regaló un corazón de papa, ¿qué significa?
-Uh! ¿Un corazón de papa? El pibe está a full!
-¿Vos decís?
-Te regalo un corazón de papa boluda! Un corazón de papa! Está enamoradísimo.
-Ay, no se. Pero fue todo medio gracioso.
-Tenés un novio creciéndote ahí. Vas a tener que hablar con él.
Días después le pregunté dónde había guardado el corazón de papa y me dijo que se lo había comido a la crema. No supe si ofenderme o no. Yo lo hubiera guardado en una repisa para llenarlo con alfileres el día que se terminara la relación.
-¿Te lo comiste?
-Sí, tenía hambre. Era una papa.
-Ahora mi corazón de papa está adentro tuyo. Siempre lo guardarás en tu interior.
-No creo. Ya fui al baño.
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Ya que estabamos en el confesionario revivimos el primer beso. Admitimos que aquella vez que la acompañé a la casa ya estaba todo dicho. Había luna llena y ella había apoyado la bicicleta en la pared. Pero preferí dejarlo para después. Volver a casa con la seguridad de que pudo haber sido. Algunos dicen que el que espera hasta la puerta de la casa para intentar el beso es cagón. Guardar el ataque para camuflarlo como beso de despedida es tirar manotazo de ahogado. Por eso la llamé en la semana para invitarla al cine y luego llevarla a mi terraza, el lugar donde más millonario me siento. Esa terraza es tan buena que con mi hermana la bautizamos Acapulco (desde ahí se puede leer el cartel de la galería de cabildo que lleva el mismo nombre)
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-¿Y la tercera?
-En el cumple sorpresa de recién.
Ella me había invitado esa misma noche al cumple de una amiga. Fuimos a la cocina y le gritamos sorpresa! Quise pasar el último porque no conocía a nadie y no quería que la cumpleañera viera mi cara primero y la sorpresa fuera que se preguntara quién carajo soy. Pero un chico quiso hacer lo mismo. Le pregunté y él también era novio. No conocíamos a nadie. Ahí mismo pegamos onda. Al rato llegó otra pareja y vi que la chica miraba desconcertada alrededor.
-¿Vos conocés a alguien de acá? -le pregunté.
-No, soy la novia de él.
-Ah, bueno, con aquel ya pegamos onda. Somos los novios. Sumate al club.
Ahí mismo ella escuchó la palabra novios y abrió los ojos bien grandes. Miró al costado y su amiga también la estaba mirando: había escuchado. Intercambiaron una de esas miradas de amigas que lo dicen todo sin decir nada, mientras negaban lentamente con la cabeza. Así fue que esa misma noche llegamos a una conclusión:
-Nos queremos masomenos.
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Entonces, de a poco, nació el desencanto. Sin misterio se pierde el deseo. Hay menos curiosidad, nos fuimos quedando quietos.
-No da confesar, hay que callarse la boca siempre. Con mis amigas lo sabemos hace rato, desde el secundario -explica mi hermana-. Si hablás perdiste. El sincericidio es peligrosísimo.
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Ayer nos abrazamos en la terraza admitiéndonos la realidad. Así las cosas. Bajamos a casa, pusimos música y bailamos un poco. Le dije de poner canciones que sepamos la letra entera y cantarlas. Ella puso una de Café tacuba rápida y furiosa. Yo me puse simbólico con los Doors.
-This... is... the.. eeeeeennnddd -le canté al oído al final. Y puse stop.
La acompañé abajo. Dejó la bici apoyada y vino a abrazarme.
-Yo te quiero eh.
-Más o menos.
-Más o menos.
Se fue yendo. La llamé para que diera vuelta la cabeza:
-No me gustan las despedidas, pero esta es la mejor que tuve.
Sonrío y se subió a la bici. Ahí va la primer relación que tuve capaz de resistir una vacación. Otras fueron más serias y duraron más tiempo, pero todas terminaron en el verano. Ella no. No se qué significará.
Va a ser la primera ex de la que termine siendo amigo. Te lo firmo.
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9 comentarios:

Marina Agra dijo...

sos muy gracioso. la proxima traele un gramo de sal del salar, y fue!

Firulo dijo...

un gramo no. si le traigo un gramo de sal blanca le agarra la paranoia.

Bia Consulting dijo...

Bueno, no sólo fue la chica que sorevivió al verano, sino que también se convirtió, creo, en tu mejor post.

Cual es la onda con la fobia al noviazgo? sepan que cada día soy un defensor más ferviente de esta institución, sobre todo ante la ya oscura categoría de marido.

Firulo dijo...

Eso es porque te encanta espiarme la vida amorosa. Ojo con lo de marido, no se sabe quién lee este blog...

Unknown dijo...

Agus tiene razón, es genial.

moi dijo...

loooooooooooooooooove
love will tear us apart
again

pau - ex danka dijo...

Hace unos meses atras fuí a la verduleria con mi amiga Caro y encontré un corazón de papa. Todavía no vivíamos juntas y cuál amas de casa se deseperadas discutimos un poco a quien correspondía ese corazón. Finalmente quedó en mi bolsa. Lo mostré a cuanto invitado vino a cenar, realmente era un corazón y había cierto placer en no cocinarlo. Me sentía orgullosa de él. Pero un día cualquiera, ni me dí cuenta y me lo comí.
Ahh el amor. Sin palabras.

Firulo dijo...

Se la vie.. se l´amour.. ex danka? y eso paulinha?

pau dijo...

dps te lo explico